miércoles, 10 de febrero de 2010

FÉLIX RODRÍGUEZ DE LA FUENTE: JUGLAR DE LAS BESTIAS



Los jóvenes y menos jóvenes lo desconocerán o malconocerán. Félix Rodríguez de la Fuente fue el pionero en España de los documentales sobre la naturaleza. No solo por el conocimiento del bosque y de sus criaturas es un maestro, sino por la pericia en técnicas y artimañas a la hora de plasmarlo en imágenes. Podía lograr que un ratonero atrapara un ratón de campo ... delante de la cámara y dando su perfil bueno. Su deje parsimonioso y sus palabras envolvían las escenas entre saltos, impulsos, carreras meteóricas o colapsos. Homérica, su voz era homérica.

Este naturalista pertenece a una estirpe de humanistas, pero con formación en ciencias, que pueden dar sopas con honda, a la hora de narrar o describir, tanto a escritores de fantasía como a ensayistas literarios. Konrad Lorenz, Gerald Durrell, AC Clarke... ;en nuestro ámbito, Joaquín Araújo (joven ayudante de Félix) y, sobretodo, Luis Miguel Domínguez ( aparte dejo al patriarca de las letras españolas Miguel Delibes-quien equivocaba la pluma por asir los prismáticos- y a Joan Pellicer-a quien Flora requirió ya a su consejo-, por muy especial dilección propia) . Algunos de estos vivieron en ámbitos rurales y se formaron y forjaron el alma mediante los cinco sentidos conectados a su medio, en el que no había separación entre civilización y naturaleza. A sus pies cayó un ánade real palpitante aún en su agonía, y tras él un formidable halcón.


Mientras la infancia de Durrell ocurrió en el fulgor de la exuberante Corfú, Rodríguez de la Fuente conoció los mismos o parecidos parajes en los que Rodrigo Díaz de Vivar -sí, el Cid- abrió sus ojos. No es de ningún modo casualidad la diferencia sensorial entre el inglés y el español. La del primero es una cinta de seda, polícroma y vaporosa; la del segundo es un látigo que restalla, chasqueante y preciso. Se impone la geografía de la épica.

Situará a sus díscolos personajes en una amplísima y matizada variedad de paisajes; accidentes del terreno, insignificantes o avasalladores. Yermos, páramos, predios; labrantías, bernias, panes o sementeras ; mogotes, cabezos, collados; cárcavas, simas, hoces; roquedos, cantiles, breñales; ramblizos, barrancas, torrenteras; escarpes, alcores, rocallas; cuetos, atalayas, oteros; mohedas, algaidas, altozanos o eminencias...Y esto es solo en lo tocante a terreno seco o sequizo; y es solo, nunca mejor dicho, la punta del ... resalte. Cientos de variaciones que la tierra, el agua, el vacío, la costa, los cultivos, la vegetación o el paisaje adoptan ante la mirada atenta.

Además, su discurso tenía tintes clásicos; él también, al modo de Homero, incluyó en sus crónicas naturales enjundiosas voces de regusto "arcaico". Realmente eran vocablos que en una España fugitiva del campo ya no se reconocían y sonaban a antiguo. Elevada su narración, a diferencia del misterioso poeta griego, no la dirigía a un público culto sino, dado el medio en el que se difundía, a todo aquel que tuviera curiosidad. Qué diferencia respecto a los menús televisivos que se consumen hoy; basados estos en no dar ni información ni conocimiento y con un lenguaje viscoso, raquítico e inmoral.

Con la misma precisión con la que un relojero recompone un micromecanismo utilizaba él el léxico; combinaba la parquedad y la enunciación con la prevención y el apresto de un eficaz y discreto predador de los bosques. Sin sesquipedalismos, sin anglicismos, sin afectación. Ni un ápice de energía del idioma malgastaba. No le afectó la mixomatosis conejuna a su verbo.

Hoy le he visto, sin esperarlo, en la famosa segunda cadena de TVE- la misma que todos nombran y a la que nadie atiende-. La música sincopada que simboliza el mismo afán de la bestia en su carrera de la vida ha dado paso al añorado comunicador: una orla de jaguarzo esmaltaba su derredor. Y su voz, que pertenece a la historia de la emoción, resalta el amodorrante sonsonete de los programas de la tarde. De todos ellos.

Campeaba el raposo, trasegaban las abejas, avanzaba el jocoso erizo... y en las frías noches del bosque ibérico siguió resonando el hermoso aullido del lobo.


ACTIVIDAD
No siempre ver la televisión es matar el tiempo; a veces puede resultar provechoso. Mira un programa de El hombre y la tierra que repone la 2ª cadena de TVE a las siete de la tarde. Haz una lista de palabras que utilice Félix R. de la Fuente (unas quince) y búscalas en el diccionario. Puedes entregarlas en clase (a ordenador o a mano) o enviarlas al correo. Actúa como un pequeño predador de satinada máscara que conducido por su buen olfato busca a la escondida presa.

FOTOS.
No pongo lobos ni otros grandes carnívoros porque aquí en nuestra zona no se encuentran en estado salvaje.Pero sí puedes descubrir al águila calzada (hieraetus pennatus) o al lagarto ocelado(lacerta lepita); en el último programa de El hombre y la tierra salió esta especie de águila cazando y devorando un gran lagarto verde y manchado como el de la fotografía.

domingo, 7 de febrero de 2010

MIGUEL HERNÁNDEZ: EL PRESIDIO DE UN JILGUERO


Se ha valorado más su vocación que la capacidad. Se le han aplicado criterios pedagógicos de la ESO a quien conocía los mitos clásicos, a quien leía a los autores sagrados de la tradición hispánica: emuló el artificio de San Juan, Quevedo, Góngora... y de insignes vates contemporáneos. La más alta alabanza que se le ha hecho desde la crítica quizá haya sido el considerar sus sonetos como ingenuos juguetes que recuerdan en sus sinceros balbuceos el aire de los de Lope de Vega. Eso sí, "nunca estuvo a la altura musical de los grandes poetas andaluces", entiéndase Lorca o Alberti.

La crítica. Y la crítica marxista, que es la que toca mentar, valora más el éxito que el mecanismo formal. Poca justicia para quien solo estuvo en boga tan corto período de tiempo y anidó en contados corazones.

Pronto llegaron al rescate los adoradores del pastoreo ( las principales religiones han sido promovidas desde esta profesión-la segunda más antigua del mundo-). Y levantaron un ídolo de oro.

Bajo esta higuera yació y concibió metáforas..., a aquel pozo se asomó para verse el alma...; en aquella reja de allí penó de amores echándole el ojo a la Josefa...; desde aquel peñón oteaba la ciudad impía y sus torres...; aquella fue la estación de tren que lo vio partir a donde no encontró la fama merecida; y aquí, aquí es donde lo delataron, en esta plaza...

Fiat opus. Y ya está hecho. Aplicando el sistema binario de interpretación de la realidad, mediante el que se decanta la ideología preciosa, se puede convertir a un supuesto paleto en letra de canción contestataria o en icono kitsch de estampación masiva. Él mismo, es verdad, dio pábulo a la leyenda áurea.

Es tarde ya. Parece ser que en Orihuela se han sacado del caletre un exquisito souvenir: una pulserilla con varios dijes adheridos y sí, uno de ellos tiene la efigie del poeta.

Qué lástima. Andamos en los antípodas de Pessoa. Llegaron a respirar el mismo aire. Pero mientras el portugués concebía la poesía como fingimiento y se multiplicó en heterónimos, nuestro paisano caligrafió sus versos con la sangre propia. Al primero, sin negarle el arte, se le ha acusado de simulador; al pseudocabrero, con el estigma de poeta fácil y de verso duro, se le estima por morir tañendo su lira. Para qué recordar que el poema siempre es, por su propia naturaleza, impostura.

"No me conformo, no: me desespero
como si fuera un huracán de lava
en el presidio de una almendra esclava
o en el penal colgante de un jilguero..."

Miguel Hernández masticó su propia vida y la regurgitó y, siendo jilguero, compuso, al modo de las golondrinas, su nido y su obra con ella. A la almendra se le han ido dando capas de azúcar hasta obtener el resultado apetecido. Flaco favor se le ha hecho. Se ha comulgado con la papilla hernandiana y así el poeta devino cabrero; el cabrero, primero soldado y después esposo-miliciano; y el tuberculoso, en olor de santidad, mártir laico y peladilla. Ah, y la peladilla, eslogan turístico.

Dense prisa y sean diligentes. La joyería que ha maquinado la pulserilla-símbolo de la ciudad de Orihuela atenderá los pedidos por riguroso orden de lista; y habrá que esperar pues no se da abasto.


-En la caja negra de la parte superior izquierda os dejo los puntos del trabajo sobre este autor.
-Aquí tenéis un vídeo sobre el poeta. No he escogido ninguno de los cantautores más conocidos que musicalizan poemas de Miguel Hernández. Si quieres ver alguno de estos, en you tube hay bastantes. Por cierto, me gustaría que alguien que sepa o estudie francés me envíe al correo o me ponga en un comentario la letra de la canción en su lengua original y una traducción al español. Tendréis una nota extra.