jueves, 29 de marzo de 2012

LAS CARTAS DEL PIRATA ("ME ALEGRARÉ QUE AL RECIBO DE ÉSTA..." CINCO SIGLOS ESCRIBIENDO CARTAS).

                                                                                      
 Tejera del Almanzor, a 28 de marzo de 2012

Querido  amigo: 
          Me alegraré de que al recibo de ésta te encuentres bien tú y todos los de ahí. Por estos pagos nos conservamos todos sanos A. D. G. . En la calle me han preguntado muchos por ti, por cuándo vas a arregostarte aquí. Te escribo estas cuatro letras que malamente junto para darte nuevas. Ha muerto el tío Montera, y la tía Soledad se ha marchado a Barcelona con una hija. Mercedes la del barbero dice que su hijo tuvo un accidente y que lo llevaron a ese hospital de ahí. (...) Ya sé que la niña toma la comunión hogaño pero nosotros no podremos ir pues han quitao el tren y los autobuses me marean. El billetillo que le mando es para que la convides o le compres alguna precisión. Ya nos mandaréis una fotillo vestida para encima de la televisión (...)

           Aquí tenemos el pinar nevao de la semana pasada. La parra del descubierto está muerta; a ver si cuando la veas tiene sus buenos ganchones de corazón de gallo. Saldremos entonces con la fresca a las paletas de la Cerrá, nos desayunaremos con los higos de secano y cogeremos capota para la aguasal. Aún guardamos en una cajilla de cartón dos docenas de suspiros, y en la alacenilla están esperándote dos botes de cerezas en aguardiente (...)

         Te doy noticias de que van a inaugurar en este mes una exposición de cartas manuscritas en la Biblioteca Nacional.Como sé que eres curioso de estas cosas te lo digo antes de que enchufes el demonio del interné. (...) Bueno, un abrazo de nuestra parte para todos vosotros. Hasta pronto.

Ya no quedan, como mi amigo, quien las escriba. Cartas. La anterior  es una simulación actual de las que enviaba gente  de los pueblos de España a sus allegados que habían ido a sostenerse a otros pueblos: la palabra terruña servía, como ya no, para viajar en el ferrobús a voluntad y alejarse por momentos de la zozobra (las vías del tren y el papel pautado son la prolongación de una misma pulsión a diferente escala).

Ambos, el remitente y yo, nos leímos en voz alta las que nos mandaban a nuestro nombre. Era el orgullo pueril de un acto delegado por los adultos: "A ver si escribes a tus abuelos". En esas cuartas, dentro de  no más de quince renglones-caballón, había personas que volcaban toda una  formación, somera pero indeleble, adquirida cuando los párvulos llevaban junto a la pizarrilla una hoz. Era entonces una intuición. Nos deslumbraban los adminículos: papel de pauta, goma de tinta, raspadores de tinta, cortaplumas, sobre, timbres, siglas, superestructura (que dirían los seguidores de Van Dijk), estanco, y  la ensayada letra de pendolista aprendida en el cine.



Pero este modus vivendi al  que pertenecían los borregueros, la uva de barco, las katiuskas, los pantalones  de cheviot y el frío aún pervivía hasta la semana pasada. Había lugares en las plazas de Calcuta, Marrakesh o La Cochimbamba en los que se reservaba puesto para  escribanos de alquiler; los más afortunados de entre ellos tecleaban en vez de garabatear las cartas que paisanos les encargaban para envío al hijo emigrado. Igualico que aquí, que quien se atrevía en el pueblo a poner inyecciones a sus convecinos, inmediatamente era comisionado también como lector.


Equivaldrían al correo electrónico, al chateo, al facebuc o al tuenti...Pero no. Las cartas, con su morosidad, no sustituían  la vida, sino que la prolongaban, como  convólvulos sobre tapial. Al dilatar los plazos evitaban la virulencia de los noviazgos exprés, con lo que se ahorraba en intempestivos vuelos transoceánicos.

Con Choderlos de Laclos supúsose ver el cohete en el ojo de la luna (no fuera menester en adelante callejear por la quimera de un París dieciochesco). Y aquel primigenio escribidor que desde una loma en medio de un erial leyó su propio deseo en las redondeces blancas del satélite  entendió cómo se podía compartir su  pálpito, y se pegó unas alas de tramoya  para arrojarse  por una  alta terrera...


Han sido las febriles cartas con lazadas de plumista que desde su camarote en popa escribía el bravo pirata atisbando la Isla de Tortuga, demandando al gobernador pérfido rescate por su vástago: fiera enclaustrada en cuerpo de doncella sosteniendo con desmayo flotante tisú de Malinas.



ACTIVIDADES


1-Busca el significado de cinco palabras del texto que no conozcas.


2-Escribe una carta de unas diez líneas; tienes que seguir la estructura de este género (fecha, fórmula de inicio, despedida...); no debes utilizar palabras coloquiales; te pongo abajo  enlaces a páginas donde tienes modelos según el tema o el propósito: elige entre la carta de convite o invitación, familiar o de apoyo. No copies, imita (puedes cambiar la situación de las cartas según tú decidas).
carta de invitación
carta familiar
carta de apoyo

3- El siguiente es un vídeo de El último de la fila que ilustra su canción Querida Milagros. Después de mirarlo y escucharlo, escribe la carta en la que la amada del protagonista -Milagros- respondería a su soldado Adrián. Unas diez líneas.






AQUÍ puedes leer la noticia que ha originado esta entrada; se trata de un exposición sobre cartas manuscritas de los últimos cuatrocientos añosr

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