miércoles, 31 de marzo de 2010

ENMIENDA DE UNA LECTURA: EL ALMOHADÓN DE PLUMAS O LA RESURRECCIÓN DE UN VAMPIRO

Ahora que es de mucho uso la voz "diletante" entre la inmigración reciente de la República Ortográfica y que dan mucho lustre los vocablos de la ciencia vampírica en la ululante región de la Casquivania , ha llegado la oportunidad tanto tiempo rogada de resucitar la historia. Convendría, para no captar capciosamente atenciones ajenas, espantar la sombra de Nosferatu y dar palabra de que , fuera de adornos, lo que sigue fue. Cruza la gregaria graja el camino esbozado a plumilla. Nada de arte cabrá esperar, pero más por falta de ardites que por funesta fatalidad.


AVISO A LECTORES
Se tiende a tener fe en la palabra que, impresa, ha sido empanada con rígido cartonaje o en pseudovaquetilla. Se cree a pie juntillas en las monsergas de charlatán si los ropajes del cuentista son dignos del auditorio. El traje, el peinado y el rasurado, y la colonia; y la portada, el papel de biblia y el tamaño de la fuente, la contraportada, la editorial, y la frasecilla sentenciosa de un crítico paniaguado extraída de un periódico . Y toda mentira verdadera es verdad; y la verdad es verdad. Amén.


HACE DIEZ AÑOS
Llegado que hubo a la estación del Norte, salió escopetado por un vomitorio lateral. Con azogue. Tropezando, como moscardón, con maletas, viajeros, motos y autobuses. Calle Bailén. Calle Pelayo. Librería París Valencia.Tenía que estar a las 11.57 en el Antiguo Mercado de Abastos para fichar. Por delante, treinta minutos. En la sección de oportunidades escudriñó como turón en vivar de conejos. Dieron sus ojos con el satánico anagrama de Valdemar Ediciones. Ese día descubrió algunos títulos de la Colección Tiempo Cero. En las tres semanas siguientes, siempre en miércoles, cargó con todos los que estaban disponibles a unas trescientas pesetas el volumen: La marca de la bestia, de Rudyardo Kipling; Historias del crepúsculo, de Sir Arturo Conan Doyle; Cuentos de un alienista, de Oskar Panizza; Infernaliana, de Charles Nodier; El síncope blanco, de H. Quiroga; Viaje al oriente/Relatos, de Gerardo de Nerval; e Isis, del Innombrable.

Bibliófilo de pacotilla, los títulos de tenebrosas resonancias y las fotos o dibujos tan extraordinarios en el raro arte de la quimera lo subyugaron. Ninguna moda seguía ni en el vestir ni en el ver ni en el leer. Bueno, en el leer, quizá sí. Otros diez años antes, en la misma librería, había topado con "A contrapelo", de J. K. Huysmans. Mentado fugazmente en la tísica y hética alma mater donde le fue tomada lección, la obra decadente le fue pretexto para charlar con M.L. M. V. sobre latín medieval y con A. C. O. sobre los rosacruces. El personaje protagonista, Des Esseintes, es la sublimación quintaesenciada de la rareza y del dandismo estéticos.

Fue leyendo las obras alienantes con calculada improvisación, bajo el mismo pulso con el que Nerón desgranaba el ganchón de uva negra. Kipling y Doyle, los mejores. Dejó para el final la de Quiroga. Desasosegante le parecía, de una desazón onírica que caía fuera de lo meramente artístico, al estilo de Lovecraft.


HACE SEIS AÑOS
"Su luna de miel fue un largo escalofrío y en esos meses nunca el amor indiferente de hombre colmó sus esperanzas...Vivían en una mansión con patios, estucos y aderezos blancos, lleno de estatuas marmóreas. La sensación que tuvo era la de irrealidad y amenaza. Alicia. Contrariamente a lo que sucedía a otras recién casadas, perdió peso. Y enfermó, lentamente, como se seca un árbol, sin caricias...

-Tiene una gran debilidad cuyo motivo se me escapa; aparentemente nada lo puede explicar-dijo el médico en voz baja al marido...Fue empeorando en cuestión de días; el diagnóstico fue anemia. Su dormitorio tenía las ventanas abiertas, y Alicia dormitaba largas horas en silencio; Jordán entraba con sigilo para ver a su mujer que languidecía sin abrir los ojos ni los labios...De pronto, un día, gritó con el brío de una pesadilla. Tenía alucinaciones que, según intentaba explicar, se movían por la alfombra, reptaban por la ropa que la cubría y se encaramaban a la pared...Los médicos venían a visitarla y pronosticaron su extinguimiento sosegado y seguro en forma de anemia perniciosa. Se desangraba irremediablemente.

Murió por fin. La sirvienta entró en la habitación para recoger la ropa de cama. Al tomar el almohadón se fijó en diminutas manchas de sangre. Llamó al marido. Este le ordenó levantarlo para examinarlo a la luz. La criada lo soltó repentinamente sintiendo un profundo escalofrío.-Pesa mucho, señor. Pesaba mucho, como comprobó Jordán que lo llevó junto con la funda a la mesa del comedor. Cortaron la tela y, entre el revuelo de las plumas, la criada dio un grito de horror: en el mullido nido de plumas, moviendo un indeterminado número de patas había una húmeda bola viviente hinchada hasta la deformidad.

Cada noche desde que Alicia cayó enferma había estado aplicando su insidiosa trompa en el cuello blanco de la postrada, y las huellas de las picaduras apenas se percibían..."
Cuento corto. Artística solo le pareció la relación entre los sentimientos maltratados por el marido y la somatización de los mismos, aparente, hasta la sorpresa final de la abyecta criatura. Algo no funcionaba, no era creíble lo del abominable ser que producía la muerte en silencio mediante la parasitación.

HACE TRES MESES
En la Sociedad Española de Radiodifusión escuchó a una investigadora española que trabaja en Paraguay. Al parecer había logrado componer una pintura para combatir a los vampiros.Sí, dijo"vampiros". La vinchuca o chinche-vampiro – Triatoma infestans- pasa por una metamorfosis de cinco fases y en cada una necesita sangre para completarla. En una casucha miserable e insana puede haber centenares (del tamaño de una gran cucaracha). Transmite una enfermedad llamada "mal de Chagas"; uno de sus efectos es que agranda el corazón y se sufre cardiopatías. La enfermedad cursa en distintas formas. El período agudo se caracteriza por fiebre, malestar general y edemas ganglionares. Luego se pasa al período de inapetencia, de larga duración, en el que no se observan síntomas.

En las noches del trópico, cuando las personas se retiran al lecho y apagan la luz las vinchucas salen de sus esondrijos; si están en los techos se precipitan desde lo alto con un conocido sonido al chocar contra la blanda carne. Solo se alimentan cuando el sol se oculta y de día no salen de los inmundos resquicios. Esto explica una costumbre de los habitantes de las zonas afectadas por la vinchuca, la de dormir con la luz encendida para disuadir a estas acechantes. Una vez sobre el hombre o animal del que se alimentará, la vinchuca apresta su pico como daga, apoya su extremo en la piel, clava sus afilados estiletes, inyecta saliva anticoagulante y comienza a succionar sangre . La víctima no se apercibe de ello y la vinchuca, una vez atiborrada de sangre, presenta el aspecto de un fruto mediano, de una almóndiga; no es capaz de remontar el vuelo y regresa al escondite arrastrando su abdomen por el piso y trepando por la pared; el formidable esfuerzo le puede costar horas.

Hay cientos de miles de guaraníes enfermos; su indolencia es realmente ... una enfermedad, no pereza.


HACE CUATRO DÍAS
Pensó que, a veces, basta una palabra (¿"historia"?) para que se cree una realidad. ¿Magia? No. No se amanece uno poeta o cuentista de la noche a la mañana y, desde luego, no con un débil intento. ¿Podía ser esta una "historia"? La verdad es que depende del agrado de quien la escuche. Muchos autores crean relatos a partir de la yuxtaposición de tipos diferentes de textos. Sí. Se pone un fragmento de una narración inventada, otro de un libro sobre orquídeas, un párrafo extraído de un prospecto de una medicina o uno de un libro de matemáticas o de biología...Está claro, pensó, que lo artístico era la capacidad para juntar las piezas del puzzle. Humm, como crear un collage o garabatear en un lienzo para ser un pintor conceptual. ¡Lo han hecho muchos!Suramericanos, y los españoles detrás...No, no verá la luz. Se tendría que pulir convenientemente.


HOY, CUANDO LO LEAS
Se ha intentado poner un testimonio, triste, de que cualquiera puede contar una historia juntando dos gracias y un disparate, y teniendo poca vergüenza (la vergüenza hay que exhibirla en otras facetas de la vida). Si cuentas con "gracia" el relato de Horacio Quiroga, este o cualquier otro que tú selecciones- o incluso aunque sea de un autor diferente- tendrás premio. Y si explicas, por escrito, el título o quién es aquí realmente el vampiro tendrás también una nota extra (y además habrás alcanzado uno de los máximos secretos de la literatura).


POST SCRIPTUM
La Fundación Medio Sano ha advertido de que la enfermedad de Chagas se ha hecho relativamente común entre nosotros debido a las migraciones y que ha aumentado su prevalencia en España desde 2001, llegando a contabilizarse unos 450 casos en 2008, con Cataluña, Madrid, Murcia y Valencia como comunidades con mayor incidencia.

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