martes, 16 de noviembre de 2010

LOS ORTÓPTEROS POLIÉDRICOS EN EL MAMBO DE LA ORTOGRAFÍA

orto-.
(Del gr. ὀρθο-, recto).
1. elem. compos. Significa 'recto' o 'correcto'.

ortografía.
(Del lat. orthographĭa, y este del gr. ὀρθογραφία).
1. f. Conjunto de normas que regulan la escritura de una lengua.
2. f. Forma correcta de escribir respetando las normas de la ortografía.

zascandil.
3. m. desus. Golpe repentino o acción pronta e impensada que sobreviene, comparable a un candilazo.

zumbón, na.
(De zumbar).
1. adj. coloq. Dicho de una persona: Que frecuentemente anda burlándose, o tiene el genio festivo y poco serio. U. t. c. s.

"Se pasa de un sonido límpido, punzante, deíctico... a un golpe de palustre abuñuelado:YEEEEE. Qué fascinación la de las ruinas entre las que se atisbara el esplendor de los espejos de Arquímedes.La ahorquillada letra, idónea para encastrar las lucíferas armas ( sin filo, sin hierro, sin percusión) entre sus brazos que se alzan ante el peligro zafio de una armada con miedo. "
(Comentario copiado del blog Clásicas Esplugues).


Se ha leído en los diarios que un puñado de académicos panhispánicos de distinto jaez se reunió a merendar en Logroño; aprovechose la feracidad última de las huertas para deleitarse con la otoñada y sus ortolizas (cardillos, pencas, alcachofas, berzas, boniatos y, bien sûr, le chou de Bruxelles), complementada con el parto de los montes (rebozuelos,boletos, nízcalos, cesáreas, senderuelas, alguna becada o liebre ...y castañas, muchas castañas). Ahítos de la castañada, asistieron en el salón nupcial "Pandora" a una soirée donde, de paso, hubo votación a mano alzada. Aquel a quien el tiro de la sisa se lo permitió la levantó con brío; otros (si no los más, tampoco los menos) renunciaron. "Vale, la y griega queda postergada por la ...-¡ah, sí!- por la gue...no, no, por la lle...no, no, por la ye...". "Pues entonses, aseptamos pol nuestra palte que la be colta se pronunsie uva, digo uve". Brillaron las ortodoncias salpicadas por las bolas de luces y sus espejuelos. Se abrían los chaqués como élitros y los ortópteros empezaron el cubateo.

El piscolabis fue de más duración, entre libaciones, masticaciones y discrepancias de reunión de escalera. Antes de alzadas, las mesas quedaron como las de comida de año nuevo tras la batalla. Y las cabezas, otro tanto. Las nuestras, digo. Y es que no está la propia en el zénit de su buena fama. La RAE. Ha perdido realengo (R) y españolidad (E). Apenas se sostiene su A como colmillo cariado en despoblada boca. En esto de las normas se ha de tener plomo en los pies pero no en los cascos; a veces, intentando dar un pasito palante, se dan dos patrás como en el mambo.


Que le pregunten a La desleal Álbión. Cuántos nenes no habrán acudido allí para soltarse en el mismo lenguaje con el que the king Henry VIII of England asediara, saltándose su propia cabina de Pegaso sin pómulos (1), a las pudorosas dueñas de la mostrenca Catalina de Aragón. Exageración será; pero mientras ellos, que no poseen ninguna panacademia, nos pulen con el Dictionary Webster, nosotros mal nos defendemos con tetra brikes de sangría. Es cuestión de poderío.

Se ha dicho en innúmeras ocasiones desde el acuerdo en Logroño que "el idioma es poliédrico y multicéntrico (sic), y que se debe utilizar el sentido común para agrandar el castellano ". Nanay. Las normas que se imponen son las de los dueños. Decir que es cuestión de todos ¿nosotros? es corroborar que muchos no pintamos nada. La lengua, sus normas y principios, se han creado a empellones, tal las catedrales de provincia, mediante decisiones muchas veces caprichosas de la jerarquía política o artística que, como se sabe, duermen en el mismo colchón.

En un cortijo tan grande como el del español, se ha de dar cuartelillo a los que por su pujanza o memoria labren con rectitud romana panes y florilegios. Se seguiría el pulso propio de errático trayecto, sin someterse, con perdón, a la veleidad de un sarao tropicalizado. No motejaremos a los voluntariosos académicos -¡con lo que saben!- como sí hizo Juan Ramón Jiménez con los petrimetres del 27; aunque este también sufriese, como egregio vate, de melindre ortográfico con la ge y la jota, que en ningún caso necesitó vocear ni imponer (no es el caso del de Zacatecas).

Se ha explicado, con buen criterio, que la Academia no debe aherrojar con mandamientos lo que es más cercano al pellejo sensible del hablante: su habla, su fonética. Pues lo mismo para las leyes de las cartillas escolares, que son lo primero que se mama. Pero no.


La lengua escrita necesita de solemnidad, reposada en la vitalidad latente de la norma recibida, cual la sabia del sempervirente ciprés. La ortografía, además de ordenamiento, es sustrato y espejo en el que, como en quieto estanque o callado pozo, ver o escuchar chispas o ecos de los trabajos que otros han pasado; es, por tanto, oblea de cultura con la que comulgar ( del lat. COMMUNICARE).

Cual hacen los niños comunicando su aliento al morro del avión para que el vuelo sin motor sea largo...No hicieran tal los académicos de voluble ortofonía.


(1) Pegaso: marca española de camiones.

ACTIVIDADES
1 Busca los nuevos cambios propuestos por las academias de diversos países castellanohablantes reunidas en Logroño en el mes de noviembre de 2010.

2 Busca una regla ortográfica que desconozcas y que te parezca importante; deberás aprenderla y decirla en clase.

3 Compón un texto de unas quince líneas donde des tu parecer sobre la importancia de unas normas en la escritura y sobre la necesidad o no de cambiarlas periódicamente.

4 Busca un error ortográfico (quizá haya algunos en esta misma entrada), hazle una foto y mándamela por correo electrónico.


5 ¿Quién es el de Zacatecas? Busca información de este y de Juan Ramón Jiménez.


1 comentario:

Marisa Miralles dijo...

Silos académicos de la lengua cometen tales tropelías en el fragor de la batalla dialéctica entre iguales,¿Qué no maquinaran las mentes hueras en el delirio de su fatuo éxito?
Gracias