lunes, 12 de septiembre de 2011

EDIPO REY: LAS MENTIRAS DE LA ESFINGE O ADIVINANZAS PARA NIÑOS MAYORES


Recibo en mi cuenta un sinnúmero de correos, muchos acerca de libros, que difícilmente puedo atajar y que, como tumor maligno, cuanto más los combato más se reproducen con saña. Mismamente como lo de los réprobos eternos pero en digital. Es verdad que algunos los dejo sin abrir porque barrunto interés dentro de la pequeña celdilla acanalada en la que hibernan, les adivino un pulso ínfimo, una latencia de engranaje (para quienes hayan visto o, al menos, recuerden aún La guerra de las galaxias) de engranaje larvario al estilo de Han Solo cuando fue congelado. Y este (véase infra) lo respeté.

El caso es que me encontré un colega (de COLLEGIUM) entrañable, menos por el tiempo que hace que nos conocemos que por su expansiva humanidad. Chispeante y optimista como un lotero, nunca medran los presagios a su sombra, y su última palabra se confunde en la efervescencia de su risa. Me lo topé y me contó:


"Venía de Valencia de la joyería céntrica menos cercana; sí, una que tiene pelucos que valen más que tu coche -siempre faltando, pero con razón-. Me sentaron en una silla que reposaba sobre una alfombra de tigre y me convencieron en cinco segundos: me llevé uno más gordo que la cabeza de un rollizo bebé (de hecho, no me puedo poner camisas de manga larga pues los puños no se pueden abotonar...). Y nos montamos en el tren, dos en el mismo asiento, el reloj y yo. Y comprobaba, contrastándolo con la hora que aparece en el panel luminoso del vagón, si se atrasaba o adelantaba. Ojos al reloj, ojitos al panel, ojitos al reloj, ojos al panel...Hasta que me mareó la tarea de cronometrador y empecé a prestar atención a una chica, algo mayor que nosotros, que hablaba con un niño (¿su hijo?). Leía el chavea un libraco de adivinanzas. Sí, de adivinanzas. Ya, ya sé que estos libros no se leen, se interpretan...Una de ellas, esa que dice que cuál es el animal que anda a cuatro patas...¿Te acuerdas? Don Eduardo Ibáñez nos la propuso entonces, va a hacer ya cuarenta mil años. Su madre se la explicó y sacó a relucir un nombre: EDIPO. "¿Quién es Edipo?, ¿qué hizo?, ¿y por
qué?"

Debía de ser un niño con buena crianza porque se papó todo, todito lo que su mamá le relató...

Layo y Yocasta, reyes tebanos, recibieron el oráculo de que si tenían un hijo, este mataría al padre y se casaría con su madre. Yocasta emborrachó a Layo y con este engaño engendraron descendencia, Edipo. Como podría ser causa de daño decidieron deshacerse de él. Entonces en Grecia era posible que los hijos se abandonaran para que otros los acogiesen o para que los lobos acabasen con ellos. Si decidían que viviera pero no querían que un vecino los acogiese, con lo que su innoble conducta podría ser causa de reproches, los padres les perforaban los talones como señal de que se les podía atar por esa parte con cadenas y podían ser tomados para esclavos.

Un pastor lo encontró y lo salvó de su desdichado destino. Edipo medró y llegado que hubo a la edad de las preguntas y de la búsqueda de la identidad decidió salir de su hoga
r y sin buscarlas logró aventuras. Su padre adoptivo ya le informó de su verdadero linaje: él era hijo de reyes.

Un día se encontró por un camino una polvorienta comitiva que escoltaba a un hombre principal.-¡Apártate y deja paso al rey!-le espetaron. -Quien verdaderamente es de sangre real a nadie ha de ceder lugar ni privilegio- voceó con ira contenida el joven Edipo. Y tal tángana se formó que ¿adivina quién murió? El rey murió, con lo que ya se cumplió la primera parte de la funesta predicción. Se dirigió a Tebas el joven parricida ignorante de su propia condición; a sus puertas, esperaba a los viajeros la ominosa Esfinge. El monstruo aguardaba fiero a que los incautos y nerviosos no supieran la pregunta que se les formulaba, lo que ocurría a menudo, para devorarlas.

"-¿Qué animal anda a cuatro patas cuando nace, luego usa dos, y luego finalmente tres?" Y Edipo contestó con la respuesta que la Esfinge no esperaba; esta, contrariada, se despeñó y rompiose la cabeza con las duras rocas. Henos ya con el joven osado en Tebas. Allí, por su valor y sabiduría, se le ofreció la mano de la reina. Se casó Edipo con Yocasta, madre e hijo, ignorando cada cual la verdadera relación que les unía. Vivieron felices, pues, hasta que llegó la peste. Gran mortandad hubo. Y el oráculo reveló a la reina que el mal, la causa de la peste, estaba en su propia casa. Yocasta observó que, efectivamente,
las cicatrices que tenía su marido en el calcañar probaban la verdad: se había casado con el fruto de su vientre. Enloquecida se suicidó. Edipo, sabiéndose finalmente responsable de la peste, se arrancó los ojos pues estos eran los que difundían las miasmas de la mortal enfermedad...

La historia no era exactamente así, aunque yo así la he recordado...¿Pero puedes creer que cuando llegué a la estación mi reloj se había adelantado casi veinte minutos? Bueno, o a mí me lo pareció. Esa mujer con su historia me los robó. La mujer acabó diciéndole al niño domado que esa historia la había aprendido para contársela a sus alumnos, "a los niños de mi escuela a los que también les gustan las adivinanzas", según me pareció entender. Yo pensé que si esta historia era para gente de corta edad, pues yo también la podría cortar y pegar para ofrecerla a mis alumnos de primero de la ESO, o de tercero. Y la conté el lunes. La verdad es que se me olvidó algún nombre e incluso había una niña de un curso que la conocía a la perfección. Después propuse la adivinanza... y la supieron antes de terminar de dictarla. Me he propuesto decirles una cada día o casa semana, ya veré."

Mi amigo parloteaba como un jilguero perchado en un rayo de sol cuando de pronto le dio una apoplejía, se le paralizó medio rostro y, con la boca torcida, no lograba articular palabra, solo ululaciones de simio superior. "Uuuuu, Uuuuu, aaaaaiaggg, Uuuuuu..." Los ojos se le salían de las órbitas como si le diera un ahogo.
-Pero qué dices....
-Uuuuua...-Por detrás de él un brazo suavemente intentaba comunicarle que alguien necesitaba espacio para pasar.-Es esa, esa...esa-alcanzó a decirme.
-Pero si esa-hablaba yo como un torpe ventrilocuo en su primera actuación- esa es profesora en la universidad. Le has debido colocar a esos angelitos alas de plomo.

He abierto el correo; aquí lo tenéis:

Estimados/as profesores/as:
Os presentamos una nueva edición de la obra de Sófocles EDIPO REY, con el texto anotado, una introducción, actividades y vocabulario.
Deseando que os pueda ser útil para la asignatura de “ Literatura Universal ” de segundo de bachillerato, recibid un saludo cordial
PD: Petición de muestras al 963163014 o a editlde1@wanadoo.es


EDITILDE, S.L.
EDIT. DIÁLOGO-TILDE
C/ GENERAL URRUTIA, 12-10ª



46006-VALENCIA
TEL-FAX: 963163014
editilde1@wanadoo.es

Hoy, 21 de septiembre, he recibido en mi casillero una copia del examen de literatura universal que han puesto en las PAU: fragmento de Edipo rey, de Sofocles. No existen las casualidades. Edipo, de ojos exclaustrados, sigue errante por los caminos, al modo de los sufridos feriantes...Y te lo podrás cruzar, incluso, en dos ocasiones un mismo día.

ACTIVIDADES
1 ¿Sabes en qué consiste el "complejo de Edipo"? Busca su significado.

2 ¿Qué personaje mitológico es la esfinge? Descríbelo.

3 En la tercera línea aparece una alusión al mito de los réprobos; ¿sabrías tú contar una de sus historias?

4 ¿Por qué crees que la mujer le dice al niño: "a los niños de mi escuela que también les gustan las adivinanzas"?

5 a)¿Importa algo para la historia que la mujer del tren fuera profesora de la universidad y sus alumnos fueran mucho mayores que los del joven profesor que la oye? Explícalo.
b) ¿A qué se refiere con que "Le has debido colocar a esos angelitos alas de plomo".

6 Busca una adivinanza y dila en clase; tendrás que explicar (no solo decir) la solución. Ganarán las que nadie adivine y las que seann explicadas con mayor ingenio (las mejores son aquellas que se refieren a cosas que todo el mundo conoce pero que no son fáciles porque parecen poemas...).

7 Anota en tu cuaderno sin mirar en el diccionario el significado de la palabra "colega"; después anota el significado que indica el diccionario.

8 Anota cualquier palabra o expresión que no hayas entendido y pregúntala en clase.

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