lunes, 17 de septiembre de 2012

LOS DISECTORES DE GREGUERÍAS (O EL SECO PERFUME DEL HERBARIO)



Más de magra o pulpa que de souflé o vichyssoise; más fuera de Sergio Leone que de Visconti. Pero sería equivocado entender así al artista  solo a partir de fotografía o de píldora suya caída en el suelo e insertada en un librito de la Educación Secundaria Obligatoria. El herbario es una pobre sombra de la rosaleda.
Son las viñetas de humor crítico que asoman en los diarios (Máximo, Forges, Mingote, Quino…) pero con abecedario. Aunque más por la mano del goce que de la teorización, ya que Don Ramón, al modo de ciertos linajudos príncipes, era más afecto a mojar hocico en jícara que en cascarule de porcelana de Meissen. Cuentan de él que con motivo de su onomástica hizo trato con gitana, maestra de las frutillas de sartén, para el agasajo con porras de su cenáculo de vividores.
Sabiendo freír huevos con puntilla, no extraña que fuera el primero en embotellar el producto pues cuántos lletraferits, guasones, monologuistas avant la lettre  o ingenieros del dictum no dijeron antes de Don Ramón un ciento. ¡Qué de seguidores  -y de cumplidores sobretodo- tendría la religión austera si sus apotegmas hubiesen sido injertados en el greguerismo!
Ya en postrimerías de la edad, el literato del canotier y la caña Fayet fue visto engordando el almendro dulce del jardincillo delantero con azúcar glassé.”¿Que para qué? ¿De qué otra manera podrá este tocón fructificar en peladillas?”
Parco en necedades, no usó del tatuaje, ni del kif (ni, en demasía, del ajenjo). Más de fondo que deforme, pues era cabal. Hizo pleita y anudó irracionalismo –que no sinrazón- a la intuición meditada para presentar la absurdidad como lógica potencia. El resultado fue las chocolatinas rellenas de literatura sublimada (lo de Ferrán Adriá será lo mismo pero con papas y alambique).
La greguería es como insecto crujiente y tornasolado; la inteligencia lo ha de atrapar dejando entre los dedos un escape para que fulgure la volante y atolondrada huida de la bestezuela.
Las hay de todos los rellenos: culta, pueril, esponjosa o prieta. Como vilano o aldaba nos viene, y nos anuncia la vanguardia con recortes de japonesismo (el haiku se lo parecería, pero sin retranca, y comulgarían en el diseño de alas de libélula liberty).
Cuando se le puso el nombre, en esa época intermareal que abominaba del realismo aburguesante y paraba mientes en el movimiento de la máquina, sirvió para devolver a las cosas su nombre (ante la apatía del sujeto que las contempla). Me lo explicó meridiano un  ferronnier anticuado con botica cerca de la Place des Vosges: “C’est la tragedie de choses! Je les ai gardé pour les connaisseurs .”
¿Cómo se dirá para ir  acabando con la huera divagación enojosa? La greguería dinamita lo literario con el chiste, con su menguada extensión, con el absurdo, con una estética que desintegra, como el cubismo, para ver de qué está compuesto un reló Cartier. El resultado es la epifanía gozosa de que hay belleza en la deconstrucción: las circunvoluciones azuladas y fulgentes de un muelle retirado de su caja. "Et voila, messieurs dames!" -dice presentador enlevitado en la pista central du cirque.

La materia de una greguería es muy densa y atrapa cualquier recurso rebozado en ironía que se mueve cerca (metáfora y metonimia principalmente). Además, se produce la sorpresa del abismo…No nos preocupe, pues lo indicado   deleite  es antes que  disección.

Este año dejaremos los refranes de lado y nos dedicaremos a las greguerías; lo que me interesa es que seas capaz de explicar su sentido (algunas son muy sencillas mientras que  hay otras realmente abstrusas...).. Si te gustan los chistes, el paso siguiente es este. Para que te hagas una idea, la greguería es el resultado de una metamorfosis cuyos estadios serían los siguientes: 1º la anécdota, 2º el chiste, 3º las frases del hombre de negro, y 4º la greguería. ¿Que no conoces las frases del Hombre de negro que sale en el programa de Pablo Motos "El Hormiguero"? Se trata de crear humor rompiendo las espectativas del oyente y los límites de la realidad, como las greguerías. Aquí tienes un vídeo.




EJERCICIOS

1Arriba solo he tratado de dar una imagen intuitiva de la greguería aludiendo a su creador; ahora busca tú la definición que del término da el diccionario de la RAE.

2 Busca información del autor ( Ramón Gómez de la Serna) y resume en unas diez líneas lo más importante de este personaje.

3 Hay cientos de greguerías, elige tres que te gusten y explica cuál es su significado (es como explicar cuál es la gracia de un chiste).

4 Al principio pueden parecer enunciados sin sentido o, incluso, demasiado fáciles como para ser considerados textos literarios; pero, ¿serías tú capaz de inventar alguna greguería? Escríbelas y dilas en clase (eso sí, nada de copiar...).Una vez que hayas compuesto tu greguería, busca una foto en FLICKR que describa o simbolice lo que dices en ella (por ejemplo, si en la greguería hablas de relojes, busca la foto más adecuada para ejemplificar lo que quieres decir -si tienes dudas, consúltamela en clase). Una vez que tengas greguería propia y foto, puedes mandármelas a la dirección de correo que sabes o imprimirla y añadirla a tu libreta para enseñarla en clase. No lo olvides, tendrás una NOTA extra.

Os dejo unos vídeos para que os podáis hacer una imagen del creador de este género y de lo moderno de su pálpito artístico. El primero, rodado hace casi noventa años,  pudiera parecer realmente el monólogo de un humorista contemporáneo (y es que Don Ramón era todo un personaje -en las fotografías de arriba ya se puede deducir claramente cuál era su personalidad-).


El que viene a continuación es una greguería visual, y es una prueba de las conexiones que en la época de las vanguardias (años veinte) había entre lo visual y lo literario ( la unión a estos sentidos de lo auditivo es una audacia vanguardista del genial Ramón propia también de le efervescencia cultural que aglutinaba lo técnico y lo artístico).



Y el último ahonda la dimensión artística de lo técnico (la radiofonía). Espero que a partir de ahora tengáis una imagen diferente del arte del siglo XX en su primer tercio. Y a partir de esta visión podáis juzgar mejor la vigencia del arte actual del siglo XXI.



1 comentario:

Pandorita dijo...

El mejor destino que hay es el de "Supervisor de nubes" acostado en una hamaca mirando al cielo.
Mientras leo esta excelente entrada en mi "forzos destino " como supervisora de nublados que no de nubes, añoro la metafórica "hamaca" del tiempo relajado y tanquilo de las vacaciones.
Como siempre inmejorable, ni que el autor hubiera estudiado latín y griego.