lunes, 13 de junio de 2011

MI PALABRA FAVORITA DEL ESPAÑOL (O CUANDO LA GARDUÑA CRUZA LOS PINARES)



El Instituto Cervantes, en torno a la fiesta del español como gran gallina llueca,
continúa hogaño con la ocurrencia divertida de, votando, encontrar las dilectas palabras de los
hispanohablantes. Se elaborarán relaciones contando los brazos alzados a través de innúmeras fronteras, desde el Mulhacén al lago Titicaca - eufonía y escatología conjugadas-; y como en toda república moderna valdrá igual la opinión de un violinista de Playstation que la de un gasolinero leído. Y se hará una lista.

La obsesión de los listados produce vértigo en los pacientes con esta manía. Se trata de nombrar, de acumular, de formar colección llenando panoplias, de controlar la multiplicidad selvática o de tirarse desde la palanca a la piscina silueteando contorno de tritón clavadista. El resultado será un tesoro o una metida de pata hasta la axila: por obra u omisión (por callarse antes de tiempo o por no saber callarse, vamos). Se ha de decir
-y ahora doy vela a un conocido- que a algunos enfermos les da prurito de perfección y acumulan en sus apartamientos ringleras de diccionarios clasificadores del arte, de la naturaleza y de los parnasos. Jamás, jamás se dan por satisfechos (solo cejan al comerse el papel la habitación) y andan taciturnos como gozquillos sin amo.

Palabra (del lat. parabola). Nos explican las palabras, cualquiera de ellas, los agujeros negros mejor que las ecuaciones o los cuentos. Las hay que por sí encierran cabalmente un novelón ruso o una exasperante égloga de pastores flojos. Como encelofanadas peladillas en bombonera, su coeficiente de resistencia
al viento es inferior al de los bólidos que se miden en Lemans:penetran en el ánimo como los espíritus malignos y se enquistan. Dado que la palabra -cualquier quídam lo sabe- no es nada más que ADN de carcoma entre dos espacios en blanco del papel, se produce como síntoma el horror vacui. Los heridos por las voces empiedran sus diarios con palabras como si fuesen pinturas de maestros que se recogen en los conocidos gabinetes de coleccionista. Tanto acaban pesando en su abigarramiento que se parecen a la infeliz tortuga que el exquisito Des Esseintes mandó recargar con gemas raras.

Cuando el verbo es feliz asoman las lagrimillas; de estremecimiento sentido o de ira, asoman sin duelo corriendo. Como me pasó a mí cuando una pila de años hace un jugador baloncestista de la República Federal Comunista de Yugoslavia, D. Petrovic, explicó su exclusión de una convocatoria del Real Madrid empleando con todas sus sílabas el término "re-tor-ti-jo-nes", con todos los sonidos que traban sílaba en su perfecta tensión. Para llorar... de reconocimiento.


Zurita, zureo, torcaz, chamariz, garduña, matalahúva, celemín, minina, curiana, allozas, tarjar, linde, almez, alcuza, pilistra (1), lezna, carburo, serbal, níspola, cocón, zahareña, pinar...suspiro.


La zeta recorre mi lista convirtiéndose en vuelo elástico en zurita o en torcaz, movimiento de buche en zureo, arrobamiento en chamariz, ternezas en alloza, untuosidad en alcuza, silbido en lezna, y recortada rotundidad en almez; luego se trasmuta en ese o alterna con la erre y en cada caso el acento es inequívoco: redondez, resoplido o espacio y ámbito. Estoy persuadido de que el signo lingüístico no es arbitrario o, al menos, no lo es en el uso: cada fonema, aun cada letra, simboliza lo que significa. Eso es.

Ya la saco de la caja de cerillas, aplico la yema del índice y aparece el punzón hispanísimo con la cabañuela ("ñ"). Garduña...
Me la regaló una persona con mansas manos de cúpula en la que anidé, cuando estaba en el paraíso de las piedras, las hojas y los charcos. La llevé mucho tiempo en la bolchaca, envuelta en pañuelo de tergal, entre escaramujos y una navajilla escolar. No supe entonces ponerle fauces a sus tres sílabas sino hasta mucho más adelante, cuando gañó en la enciclopedia. Esta bestezuela, embutida en manto digno de reyes nórdicos que aparecen en cuentos, es terrible con las criaturas que medraban en el pinar, pero muy blanda cuando deja huellas. Me la he encontrado no hace mucho en la carretera, fugitivo numen que lleva el hálito de lo silvestre al escabel del hombre, hecha un pobre ovillo, mullido y astroso pero siempre regio.
(1) Aspidistra

ACTIVIDADES
1-Elige tu palabra favorita y explica el porqué de tu elección (de tres a cinco líneas). Hay términos que parecen bellos 1) porque significan cosas bellas ("paz" es un sustantivo muy bello porque lo que significa lo es, por ejemplo); otras 2) lo son por su sonoridad ("mirambel", "cascabel", "zozobrar", "susurrante"...); y la elección más personal3) se debe a que para cada cual hay voces (palabras) que están unidas a una experiencia agradable, a una persona querida, a un momento de alegría, a la lectura de un libro en vacaciones...Estas últimas (3) son las que más interesantes me parecen. Puedes aplicar esta distinción cuando expliques el motivo de tu elección.

2- Entra en el enlace que te pongo debajo; ahí tienes una serie de palabras elegidas por personajes famosos, vota la que más te convenza y, cuando lo hagas, incluye un comentario en el que comentes tu voto (tardarán un
tiempo en publicártelo -eso sí, hazlo con corrección-). Si yo compruebo que te lo han publicado, tendrás una nota adicional.







Aquí os dejo unos vídeos que os pueden ayudar a entender el sentido de la fiesta y os pueden orientar en vuestra explicacion de la palabra elegida.